martes, 25 de septiembre de 2012

El mejor costo del mundo


Los tres mosqueperros

"Allá en los 80, durante las largas veladas de invierno en los garitos de Malasaña se rumoreaba que los tres mejores costos del mundo eran: El doble cero de Ketama, El negro Afgano y el "Rojo Libanés"…

El viote.
De esta manera empezaría este artículo el Encerrado, pero como lo estoy escribiendo yo, voy a comenzarlo de otra forma.

“Los hombres que subieron en verano y bajaron en otoño”

¿ORDESA? No, Picos.
Pues si, después de tanto verano, polvo por los caminos e incendios por Madrid, alguien tenía que traerse el otoño para el pueblito; tarea ardua y dura sólo realizable por auténticos heroes; así que el finde pasado nos subimos el Encerrado, el Cabras y yo para las tierras altas del norte para traernos esa estación, y de paso, unos litrillos de sidra en el cuerpo y dos viotes muy interesantes.

La idea inicial era irse para Ordesa a gorilear un poco y envejecer de miedo entre las lajas del Tozal, pero al final, una llamada del presidente nos hizo cambiar de escenario, así que el viernes nos subimos al Air Force One presidencial y nos fuimos de la Comarca sin tener muy claras las paredes donde los dos días siguientes yo iba a perder mi ya escasa dignidad escalatoria. 

La segunda reunión, al fondo la famosa chimenea...
Finalmente decidimos dar un meneo a los Horcados Rojos el sábado y a la Peña de la Cigala el domingo. Y es que todavía no hay nieve en las cumbres, por lo que había que aprovecharse del buen hacer del Encerrado, antes de que se calzase los esquíes, nos mandase a tomar por c… y desapareciese con sus tablas.



El encerrado de primero en la travesía del largo clave.
Pero había que cenar antes de subir a dormir a Fuente De, así que tras una breve inspección a la peña de la cigala, paramos en Potes, donde confraternizamos y compartimos sidra y pimientos picajosos con unos locales muy “alegres”, que nos prometieron una cesta de melocotones de viña para el día siguiente. Después cenamos y nos subimos a dormir al cable donde pasamos una plácida noche sólo interrumpida por los gruñidos de los jabalíes o los ronquidos de Raul, quien sabe.

Por la mañana lo de siempre: hacer macutos, que qué me subo, que si dejamos esto, que hay que estar en la cola del teleférico antes de que lleguen los cien autobuses y 600 turistas… El caso es que a las 9:20 ya estábamos por arriba andado hacia los Horcados coloraos y recordando nuestras ultimas batallitas en la anterior salida otoñal del GEC a ese sitio.

El poder del AO se encargó del 6b siempre fiel a su estilo...
La vía Rojo Libanés fue abierta a mediados de los ochenta. Al igual que la Mayaya tiene el equipamiento justito: esto es, algún espit guarro del 8 en las reuniones inreforzables y tres o cuatro clavos en toda la vía; vamos, que te busques la vida, no te caigas y mejor no te cuelgues demasiado de la reunión. Una pena porque la ruta es muy buena y según mi opinión se merece un reequipamiento completo que incluya paraboles en las reuniones y los pasos clave; de este modo mas gente podría disfrutar de ella sin jugarse en pellejo en los pasos clave, que hoy por hoy son un poco expuestos. En fin, que de momento es una ruta para recomendar a los enemigos.

El primer largo corrió a cargo del Encerrado, que fue el héroe del día. Empezó por un diedro desplomado de 6a completamente desequipado. Enseguida nos dimos cuenta de que habíamos decartado Ordesa por evitar los desplomes y las reuniones guarras y nos habíamos metido de cabeza en la boca del lobo, pero ya metidos en faena, había que seguir para arriba. Mientras yo trataba de olvidar mi vuelo en el Manolín del finde anterior y lo bien que estaría en el sillón de casa, Encerrado se dio el primer largo y ya puestos, el segundo. A mi me tocó el tercero, una fisura de 5º según el cuAdrados que según mi opinión debía ser un 6a.

Los ultimos largos con un patio....
El tomate estaba en el 3º largo, que tenía una travesía descendente de placa expuesta seguida de un diedro un poco desplomado y vuelta para la derecha con un pasito de 6a protegido por un clavo. Problema resuelto una vez más por Encerrado mientras los de la reunión de abajo, y los del camino de mucho más abajo le mirábamos con una mezcla de admiración y envidia. El espectáculo que nos dio incluyo un vuelillo hasta el clavo, pero al segundo intento triunfó.

A estas alturas (Y nunca mejor dicho) hice un analisis de la situación: puse en un plato la movida de rapelar desde ahí, lo que se lo había currado el Encerrado en el ultimo largo y mi escaso orgullo, y en otro plato mi lista de excusas para darnos la vuelta, pero no encontré ninguna lo suficientemente buena, así que tras mi resoplido numero 200 tiré para arriba. Por suerte era el largo mas difícil, un par de techos de AE que supongo el cuAdrados graduaría de IV+. El caso es que la cosa se aceró mejor de lo previsto tras el segundo techo se apareció el paraíso ante mi: una zona tumbada que prometía reuniones en repisas cómodas y tumbarral.

La chimena presidencial. Y el patio sigue y sigue.
Animado por el nuevo panorama me di el siguiente mientras empezaba a oler a sidra y patatas con Cabrales. Pero la vía todavía nos reservaba una sorpresa: los pasos finales por una chimenea inclinada con un gran ambiente (Menos mal que esto le tocó a otro).

Tras la bajada, volvimos para Potes donde volvimos a coincidir con nuestros amigos del bar no nos reconocieron (no hubo melocotones), pero aún así lo celebramos con una buena sidrita.

Saliendo.
Pasamos la noche en Lebeña, todo un clásico de las salidas otoñales del GEC, donde el vendaval nos llenó los sacos y el pelo de hojas y polvo. Al día siguiente nos fuimos para la cigala, paredón descubierto por el Presi donde se está equipando mucho y bueno. Habrá que volver para allá.

Pero nuestra suerte con la meteo se había acabado. Entramos en la via con intervalos de sol. En el primer largo empezó el vendaval, así que decidimos seguir subiendo y replantearnoslo en la reunión de más arriba, allí a Carlos le cayó una piedra en el casco por el viento, así que decidimos replantearnoslo en la reunión de más arriba, y en la reunión de mas arriba empezó a llover a saco, así que nos dejamos de hacer el moñas y tiramos para abajo en medio de la lluvia y un vendaval que se llevaba hasta al presi.

Foto finish.
Lo mas gracioso fue que al llegar a pie de vía se nos habían volado zapatillas, calcetines, la rodillera de Encerrado… Menos mal que aparecieron.

Pero en cualquier caso, la cigala esta resultó ser un sitio increibe, con mucho potencial, bien situado para un domingo de regreso y con una roca de cinco estrellas. Volveremos.






Raul replateandoselo.

Al día siguiente.

Juanillo también replanteandoselo.

Al final, la lluvia hizo triunfar el sentido común. Así que para abajo.

Bajando en medio del vendaval.

sábado, 1 de septiembre de 2012

De 4.500 a 0


                                          
                                          
                                            
Hace tiempo que leí el libro de Diemberger entre cero y 8000, creo recordar que partió de la playa y subió al Dahulagiri ??, o quizá no salió de la costa.

 Lo nuestro fué al revés.

Esta es la crónica de un viaje que empezó a 1000 m. llegó hasta 4500 y descendió hasta 0; si me apuras incluso algunos metros bajo el nivel del mar.

Nos embarcamos tres en una furgoneta destino Ecrins: he dicho tres !!!!, bueno en realidad éramos cuatro, desde el principio nos acompañó un señor del cual no pudimos ni saber su nombre, lo llamaban simplemente "este señor".

Ailefroide es un valle similar al Cavallers Catalán pero con paredes más grandes y un glaciar al fondo, tiene vias para todos los gustos sobre un granito excelente. Unas de las paredes más caracteristicas es "La Pera", allí fuimos muy pronto por la mañana. Estrategia: Aparcar lo más cerca posible, cruzar el rio y ser los primeros en elegir vía. Pero, "brother estos son los Alpes", el rio era un torrente furioso y nuestra opción una tirolina cutre sobre dos peñascos inaccesibles. Vuelta a empezar: regreso al pueblo a cruzar por el puente y por supuesto no fuímos los primeros en empezar a escalar. 
 
La aguja Dibona era el objetivo de aclimatación  para los 4 miles allí fuímos corriendo tras bajar de la Pera, el viernes daban bueno y había que   aprovechar; pasamos por Birançon, La Meije y entramos en el valle de La Berarde, 900 m. de desnivel nos separaban del refugio. Buena gente los guardeses nos esperaron con un puchero de lentejas delicioso, lentejas para cenar !!!!!!.

Por la mañana el tiempo estaba tan revuelto como mi estomago, no era el viernes el bueno??. Hoy es sábado capullo, hemos perdido un día sin enterarnos.
Entramos en la Madier los terceros; a las 12 estaba bastante nublado y daban tormentas a mediodia, la vía entera no se podía rapelar. Nos bajamos con mucho dolor desde casi la  mitad de la pared prometiendo volver en otra ocasión.
            
                                                    Llovió pero tarde, esto pasa algunas
veces, venga, vamos al hielo a ver si nos va mejor.

La subida al Ref. Quintino Sella la hicimos muy temprano, adonde iran estos tan pronto?, pues temprano y todo nos cayó una granizada importante de la mitad parriba, encontramos el refugio casi vacio, que maravilla el dormitorio de 100 para nosotros solos.                           

El día siguiente amaneció maravilloso, subimos al Castor un 4200 sin muchas dificultades y dejamos al Lyskamm para el día  siguiente más por falta de huella que por ganas.                                           


La tarde fué tan soleada que empezo a llegar gente: por abajo, por arriba por todas partes, la explanada ante el refugio parecía un campo de refugiados (chiste malísimo).

Lyskamm West 4.481 m. 

Practicamente el refugio en bloque se fue al Castor, que bien hicimos ayer !!

El más occidental de los Lyskamm es un poco más dificil que su vecino Castor: arista delicada al principio, travesía diagonal sobre una pala de 50º, lomo y arista somital.



No nos podíamos ir de los Alpes sin hacer una clásica en roca, así que tras consultar el Oraculo de las imprescindibles de Cham, elegimos la Frison-Roche del Brevent.

Y payá nos marchamos con la furgoneta y la ropa tendida en su interior, pasamos por Courmayeur - tunel del Mont Blanc - Chamonix...





 



 La Frison-Roche se abrió a finales del pasado
 siglo en homenaje a ese Guía-escritor acogido en Chamonix, todos los de mi generación y seguramente las posteriores han leido algún libro suyo.

Es una vía muy bien equipada de seis largos y 6a máximo sobre granito, con dos cualidades muy atractivas: 

 - Se sube en Teleferico.
 -No te cansas bajando pues el billete es de     
   ida y vuelta .
En Barcelona nos bajamos el señor y yo.                                            Dos días más tarde abandone el Port Olimpic destino Dragonera-Cabrera-Mallorca, rumbo 172º con 18 nudos de viento entrando a descuartelar por estribor y un rizo en la mayor.                                            Que sensaciones las de la navegación a vela: La proa hundiendose en las olas, los delfines jugando bajo la quilla, las inmersiones en aguas protegidas ...................                   Pero estas son historias de marinos para contarlas en una taberna cuando los vapores de ron nublen vuestros cerebros.
Dedicado a Nuri y Charo que me trataron tan bién durante esos 11 días.