martes, 29 de noviembre de 2011

El reino de los bolos es particular,



 

"El reino de los bolos es particular
si llueve no se moja, desplomado está 
Agárrate. Y vuélvete a agarrar,
que a base de aceros se puede llegar.

 Acerin, acerán, otra panza me vendrá, 
que si en libre no se puede con las trampas se podrá."





Hacia tiempo que teníamos hambre de una salida del GEC. Y el momento llegó el fin de semana pasado cuando el Presi, Encerrado y Lagarto Juancho nos fuimos para el reino de los mallos (o mejor dicho: el de la patata).
Pero no solo hay patatas pegadas a esas paredes. También se navega entre sandias, pepinos, nueces, balones de baloncesto y hasta una laja tamaño coche que es el trono de la mosquitos. Unas se caen y otras no, con lo que vas escalando con el mosqueo característico de esta escuela que hace que se te asome la cabeza de la tortuga mientras vas subiendo.

Y Riglos nos trató bien: buen tiempo, buena comida y bebida, un gran ambiente en el refugio (saludos a la rubia) y sobretodo buena gente (Saludos a Dominique).

El sábado pinchamos en la murciana, pero hicimos la Mosquitos de la visera, donde los tres fuimos entronizados en el antepenúltimo largo, ya que nos subimos al trono de pie con dignidad, y no apoyando el culo y de espaldas. Carlos pudo tachar esa vía de su lista de deberes. El domingo fue el turno del mallo Flechin, que tampoco defraudó, aunque para mi gusto la roca estaba algo suelta. De todos modos, viendo como evolucionaban las cordadas que había en la visera, creo que todos nos sentimos un poco mas mataos de lo que somos.

Fue una pena no tener mas tiempo para quedarse mas días. Porque hay muchos deberes allí por hacer. Habrá que volver.