sábado, 28 de enero de 2012

PIRINEO LUMINOSO

Creo que este nombre ya se había utilizado antes, pero es el ideal para describir el estado de la nieve en esta visita al valle de Aran.
Como de costumbre me fuí solo el domingo 8 de enero con la idea de subir con pieles y bajar por palas, corredores y fuerapistas míticos, que había seleccionado después de leer revistas, guías y libros en cantidades preocupantes. Pero en realidad me encontré con un casquete de hielo que recubría las montañas y algunas pocas palas muy bien orientadas al sur que a las horas de máxima insolación se dejaban bajar.


Había acordado con Walki un sistema de aviso de rescate de montaña casero que consistía en que por la mañana la enviaba un mensaje diciendole donde iba a ir y por la tarde otro cuando había regresado, fácil no!!.
El primer día funciono mal pues me dirigía al Tuc de Parros y acabe en el Cap de Closos, parece ser que interpreté un poco mal la guía. Al segundo intento que fue el miércoles encontré el valle correcto y conseguí la cumbre, pero estaba todo tan duro que la mitad de la bajada la hice con crampones.
El Cap de Marimaha y el Tuc de Barciber fueron los mejores, aunque tuve que esperar alguna hora en la cumbre hasta que el hielo de las palas se transformo en cremita, lo del bosque tras la pala fue otra cosa: tramos de hielo alternados con nieve costra pero al final otra vez crema de la buena.



Mis recuerdos para el personal del refugio GEC de Salardú y también para Mane y Jose con los que nunca coincidí en las cumbres, a veces por minutos y otras por días