Siguen pasando los años y lo que empezó con cuatro paisanos y unas pelucas hace ya años continúa causando sensación a día de hoy. ¿Crees haber visto entre las jaras un ser con harapos intentando coger un romo? ¿Crees haber alucinado con una figura de traje blanco y una vara luchando con otro encima de una piedra? ¿Has creido ver damas de negro y sombrero, doncellas con espada o hombrecillos descalzos con chaleco y capa? ¿Te pareció ver a un rey oscuro con forma de ninja? Pues no te equivocas, es el carnaval cabrereño, que un año más ha estado aquí.
Jornada divertida, muchas piedras por doquier, gente disfrazada, gente de normal, gente con bici, gente con perros, gente sacando fotos, gente con buen rollo...
Este año el buen Chemari preparó el tema: ¡El señor de los anillos!
Tras unas cuantas horas de golpetazos, con un frío más o menos llevadero, se falló la entrega de premios tras un ágape del que se dió buena cuenta, resultando ganadores el Padrino, al mejor disfraz, y Luisito Bulder, al peor, aunque si hemos de ser sinceros, hubo buenos merecedores del premio, como Chemari y Carlos Tormo, que en opinión de un servidor, estaban impresionantes. El Yayo fue votado porque no se apeó el disfraz ni pa mear, qué acostumbrado está a hacer el ridículo!