Hace unos meses un médico al que había ido para curar un
terrible dolor de cervicales me diagnosticó con severidad precisa la causa de
mi infortunio: “tiene usted el mal de Somaen”.
Terribles desplomes que te hacen mirar siempre para arriba,
asegurando o escalando, ni las gafas esas con prismas pueden aliviar el ya de
por si castigado cogote. Desplomes, sí, pero…¡Qué bellos desplomes!
el Chemari asegurando a Oscar |
El proceso es el que sigue: Primero en el Área 103 de la autovía, con el café, te animas y piensas que lo vas a encadenar todo, aunque los ánimos ya no son tan fuertes como los que dejaste en la terraza del bar el día de antes; cuando aparcas el coche y miras la Cueva, ya piensas que a lo mejor pincharás en alguna vía; cuando dejas la mochila en el suelo, bajo las bóvedas, crees incluso que a lo mejor llegarás a la cadena. Y cuando te calzas los gatos…ya estás diciendo BÁJAME.
el Padrino en "feromonas en la mente", 7A+ |
Un curioso lugar donde estás más tiempo descansando entre
pegue y pegue que escalando. Un lugar donde las chocolatinas se terminan como a
las 11 de la mañana.
Un lugar donde lo único que se oye es “espera que voy a
probar este paso”.
Un lugar donde las golondrinas y los murciélagos salen en estampida del
enorme agujero rellenito de descuelgues.
Chemari chapando en la "Feromonas..." |
Cientos de invertidos, pinzas, agujeros, romos…y muchas
caídas sin tocar la pared. A veces se encadena pero…sólo a veces.
Chemari, leyenda viva en acción |
Cuando vuelves, quizá puedes con suerte agarrar la bolsa de
la basura. Y seguro segurito que no podrás dormirte sin dar un repaso más a la
secuencia más chunga de la ruta que has probado y a la que volverás.
el Josema explorando la cavidad |
sí sí, son...descuelgues! |
Dani probando la "Soledad", 7C |
Dani en "Soledad" |
otro intento a la "feromonas"...uf! |
Expedición compuesta por Danielo, Chemari, Josema y el Padrino.
Somaen forever.